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martes, 23 de agosto de 2011

Los "hackers" más que activistas de la red


22/08/2011
María Camila Morales
Anonymous y LulzSec han permitido que la palabra “hacker” ingrese a nuestro vocabulario en estos últimos meses.
Son dos grupos de piratas de la informática (repartidos por el mundo) que han logrado tener acceso remoto a páginas de gobiernos latinoamericanos; las han bloqueado y sacado de línea (down). Incluso han sustituido la información con sus propios mensajes.
Ecuador, Colombia, Brasil y Chile son algunos ejemplos de los países que han sido el blanco de los ciberataques. Pero más allá de pensar que son unos jóvenes genios que se están divirtiendo sembrando el caos en la red, estamos ante un problema de seguridad para la región.
Anonymous y LulzSec encuentran las fallas en los programas de nuestros computadores y aprovechan la ocasión para reivindicar sus ideas. Contra la censura de Rafael Correa, contra la intransigencia de Sebastián Piñera, a favor de una mejor educación en República Dominicana, son muestras de lo que ahora los expertos llaman “hacktivismo”.
Su éxito ha comprobado que no estamos preparados para los ataques en Internet y que se abren más puertas para el “ciberdelito”.
Los gobiernos están muy preocupados por el saqueo de sus páginas oficiales y el robo de las cuentas de Twitter o Facebook de sus mandatarios. Sin embargo, el daño más costoso ocurre en las empresas. El sabotaje corporativo y el espionaje industrial son dos temas que deben tomarse muy en serio en América Latina.
El Centro de Estrategias y Estudios Internacionales (CSIS), publicó en el 2010 un reporte en el que advierte que los principales objetivos de los “hackers” son las compañías de infraestructura.
Robo de información y filtración de documentos que encuentran rápidamente compradores en otras firmas o incluso en gobiernos, como sospechan los especialistas que analizan los “malware”.
Se trata de programas maliciosos que llegan gracias a los correos electrónicos que le envían al personal de las empresas. Al abrirlos están permitiendo la entrada al sistema de los hackers. Según Seguridad informática ESET, se desarrollan por minuto 70 nuevas versiones. Brasil, Argentina y México encabezan la lista de víctimas de los “malware”.
Un modus operandi que se copió de la operación Aurora en el 2010 y que afectó a multinacionales como Google, Adobe, Dow Chemical entre otros. En ese momento se habló de las fallas de Internet Explorer.
Pero también las herramientas para mejorar la seguridad pueden ser el canal preferido por los piratas informáticos para actuar. Las llaves electrónicas o "SecurID", que cada minuto dan un código diferente para acceder a los computadores, fueron atacadas. Su fabricante norteamericano RSA admitió que en marzo sufrieron algunos “problemas”.
Según reveló Symantec Cono Sur, en América Latina el costo anual para las pequeñas y medianas empresas supera los $23.000 dólares para proteger su información. Una inversión que va en aumento y que están dispuestas a pagar porque los ciberataques son hoy en día el principal riesgo empresarial para la zona.

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