El machismo disfrazado

15/08/2011

María Camila Morales

El diario El Universal revelaba hace poco la existencia en la capital mexicana de bares y restaurantes que discriminan a las mujeres.

“El Mirador” y “Del Bosque” cumpliendo con la tradición, según palabras de los meseros, no atienden a las damas. Si ellas se atreven a entrar, las “invitan” a beber o cenar en un salón adjunto, dejando a los hombres concentrarse en los asuntos importantes con tequila y cerveza.

Pero el machismo en la región no se limita a una política de segregación.

En América Latina las mujeres, en ciertas profesiones, no solamente tienen que ser inteligentes, sino que deben ser “sensuales” para tener éxito.

Un arma de doble filo que no siempre termina con el resultado anhelado.

Las últimas en vivirlo fueron las periodistas colombianas del programa de radio La W. Posaron casi desnudas en SoHo, una revista “picante” para hombres”.

Pero un grupo de piratas informáticos, robó la cuenta Twitter del director de la publicación, Daniel Samper Ospina, y reveló su contenido en Internet. La crueldad de sus palabras, refiriéndose a la falta de belleza de las aprendices modelos, es lamentable.

Los que defienden a su director dicen que es el riesgo que corren las mujeres al exponerse de esa manera.

Pero,¿eran necesarias las fotos para ser admiradas por los hombres?;¿no es suficiente ser buenas profesionales para ser reconocidas y sobre todo respetadas? La tradición en nuestros países de “destaparse” para tener fama y triunfar, no deja de ser menos machista que no poder entrar a los bares.

En México ahora un grupo de mujeres (y hombres) está luchando jurídicamente para tener acceso a todas las cantinas de la capital. En Colombia, por el contrario, la preocupación es encontrar a los ladrones del Twitter.