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viernes, 5 de agosto de 2011

Esperando a Manuel Antonio Noriega


04/08/2011
María Camila Morales
El primer ministro francés, François Fillon, firmó la semana pasada el decreto que autoriza la extradición del ex dictador Manuel Antonio Noriega a Panamá. Ahora es cuestión de trámites burocráticos en los ministerios para que se haga efectiva la notificación al gobierno del presidente Ricardo Martinelli.
Panamá se prepara entonces para ir a buscarlo a la prisión parisina donde pagaba una condena de siete años por lavado de activos del cartel de Medellín, y devolverlo a su país. El vice-ministro de Gobierno panameño, Luis Ernesto Carles, reaccionando a la noticia aclaraba: “estamos tratando de establecer la celda que cumpla los estándares de seguridad”.
Por su parte los familiares de las víctimas y desaparecidos durante la dictadura de Noriega se preguntan ¿qué tan ávida está la sociedad panameña por conocer la verdad y exigir justicia?
Manuel Antonio Noriega pagó 20 años de cárcel en Estados Unidos por tráfico de drogas. Cuando fue capturado durante la invasión a Panamá en 1989 por sus “ex amigos” estadounidenses, llegó directo sin escalas a La Florida. Luego fue extraditado a Francia por el delito de blanqueo de 3,2 millones de dólares.
Pero como dice Alida Spadafora (hermana del asesinado opositor Hugo Spadafora) Noriega no le ha puesto la cara a la justicia panameña. Si bien se llevaron a cabo 5 procesos en su contra que tienen sus condenas pendientes (60 años de cárcel) no se conoce toda la verdad.
No es solamente para cerrar el terrible capítulo de la dictadura militar en Panamá, sino para que las nuevas generaciones reflexionen sobre lo sucedido. Alida insiste en que los jóvenes no saben quién es Noriega ni qué hizo durante su régimen. Ella no culpa a la Comisión de la Verdad que estableció la presidenta Mireya Moscoso para esclarecer lo acontecido durante esos terribles años. Pero un “reo ausente” no es lo mismo que una persona en el banquillo de los acusados.
El vice-ministro de Relaciones Exteriores dijo que la extradición de Noriega servirá para “revisar los hechos durante el tiempo que se luchó contra la dictadura”. Sería bueno que a esa frase el gobierno de Martinelli le pusiera más detalles y así afirmar que el regreso del ex dictador será útil para la memoria colectiva.
Los familiares de los desaparecidos y torturados que no han recibido justicia, el asesinato del sindicalista Heliodoro Portugal entre otros delitos podrían ser incluidos en lo que espera dilucidar Panamá con la firma del decreto de extradición.
Julio Berríos, abogado de Noriega, declaró ante la decisión francesa que terminaba así “la larga batalla para que el general retorne al país”. La espera de las víctimas de quien fuera el “hombre fuerte” de Panamá por el momento no ha finalizado. “Una olla de grillos se abrirá aquí cuando vuelva Noriega” decía la hija de Portugal. Aquellos que se enriquecieron con él y los que no han pagado por los crímenes de la dictadura deben estar muy intranquilos.

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