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miércoles, 26 de octubre de 2011

El hotel siete estrellas y el turismo responsable en Colombia


27/10/2011

María Camila Morales

La luna de miel entre el presidente Juan Manuel Santos y los colombianos empieza a deteriorarse. Su popularidad ha sufrido un remezón con la polémica acerca del primer hotel siete estrellas que se construiría en una reserva natural del país andino.

El mandatario lo anunció como la gran llegada de un motor para la economía de la costa atlántica colombiana. Pero su visión “ecoturística” se transformó en un rechazo en las redes sociales y los medios de comunicación obligándolo el martes 25 de octubre a “dar por muerto” el exclusivo hotel.

El Parque Tayrona es un parque nacional y un territorio sagrado para los indígenas. Los Kogui (pueblo originario de la Sierra Nevada)  aseguraron que no fueron consultados por los inversionistas del complejo turístico y que no entienden la actitud del gobierno.

Lo que pasará es una incógnita, sobre todo a nivel legal dado que el proyecto hotelero habría recibido el visto bueno de la administración del ex presidente Uribe. Sin embargo, la polémica del Parque Tayrona deja sobre la mesa varios puntos fundamentales para el futuro del turismo en Colombia.

Primero: 90% de las tierras del Parque Tayrona son propiedad privada. En el caso del “resort” siete estrellas, el negocio de la cadena hotelera de lujo Six Senses se adelantó con los dueños de los terrenos. Una prestante familia de Santa Marta que siguió el ejemplo de otro “eco-hotel” autorizado en el 2009 por el Ministerio de Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial en la misma reserva natural.

¿Cuál es el papel del gobierno en la reglamentación ecológica de propiedad privada?;¿tiene Colombia un fondo que le permita comprar o expropiar tierras para salvaguardar la biodiversidad y la naturaleza de sus parques nacionales?

Segundo: el turismo será uno de los ejes de desarrollo del gobierno Santos. Dentro del análisis de los diferentes ministerios involucrados los números indicarían que gracias a esta actividad se creará empleo y riqueza. Sin embargo, ¿a qué tipo de turismo se dirige el gobierno de Juan Manuel Santos?

La  Agenda 21 de Naciones Unidas promueve para el mundo un turismo sostenible. Los efectos nefastos del turismo de masa no son un secreto para nadie. En Colombia menos. Basta con ver las playas del balneario de Cartagena de Indias para constatar lo que sucede cuando no se tiene control ni prevención: arena gris y aguas del Caribe poco transparentes.

Tercero: ¿en manos de quién quedarán las autorizaciones para el desarrollo del eco-turismo?. En el caso del Parque Tayrona, las autoridades locales han actuado como promotoras del proyecto. Se vieron personajes del Ministerio del Interior y astutos abogados, todos defendiendo los intereses comerciales y económicos de unos cuantos. ¿Tendrá el nuevo Ministerio del Medio Ambiente la voluntad y capacidad para enfrentar a los empresarios extranjeros y nacionales que han descubierto El Dorado ecológico en Colombia?

El turismo sostenible se ha impulsado como una alternativa para el desarrollo de las zonas rurales más olvidadas por las administraciones anteriores. Pero el error en el que no debe caer Colombia es utilizar a los turistas como única solución para aliviar la pobreza.

No hay que olvidar que la agricultura es la base de la economía local y que velar por su seguridad y fortalecimiento es un deber del Estado. El día de mañana, la bonanza turística se puede acabar y la dependencia puede ser fatal. Lo sienten en estos momentos países como Túnez o Egipto que por coyuntura social (primavera árabe) sufren por la ausencia de los turistas.

Los extranjeros que viajen a Colombia buscarán naturaleza y paisajes. El dilema de Juan Manuel Santos será definir si quiere seguir el modelo de República Dominicana o el de Costa Rica.


lunes, 24 de octubre de 2011

¿Y si Ecuador abandona la Comunidad Andina de Naciones?


24/10/2011

María Camila Morales

El presidente ecuatoriano Rafael Correa espera reunirse con su colega colombiano, Juan Manuel Santos, en la Cumbre Iberoamericana (28-29 de octubre en Asunción) para solucionar ciertos problemas comerciales.

Quiere hablar del comportamiento desleal de los camioneros del vecino país que impiden el ingreso de mercancías ecuatorianas. De no lograr una respuesta satisfactoria, Ecuador abandonará la Comunidad Andina de Naciones. Una amenaza que de ponerse en práctica sería la estocada final del bloque comercial andino.

Según Blasco Peñaherrera, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, la CAN tiene un mercado intracomunitario anual de US$7.800 millones con un crecimiento del 35% (datos del 2010).

La CAN fue creada en 1969 y buscaba canalizar un proceso de unión económica al cual aspiraba la región. Sin embargo “la integración andina, suramericana y latinoamericana” en la que trabaja la CAN no ha tenido éxito. El número de países miembros ha disminuido: Chile y Venezuela han salido y le aparecieron fuertes competidores: MERCOSUR y ALBA entre otros. Con la partida de los chilenos (1976 Pinochet) no se alcanzó a hablar de crisis. Pero con la salida de Venezuela en el 2006, la CAN quedó muy debilitada.

Pero en los últimos cinco años, ha logrado recuperarse con el incremento del comercio entre Colombia y Ecuador como consecuencia de la tensa relación que se vivió durante la era Chávez-Uribe. Por eso el Ministerio de Comercio en Bogotá “instó a atender de manera urgente” las peticiones del gobierno de Rafael Correa. Colombia es el segundo socio comercial de Ecuador, después de Estados Unidos.

No es la primera vez que hay distanciamientos comerciales entre Quito y Bogotá, pero ahora el futuro de la Comunidad Andina de Naciones está en juego. De irse Ecuador, quedarían solamente Colombia, Perú y Bolivia como miembros de un bloque que pretende un mercado andino integrado. Un trio poco representativo de las ambiciones que se dieron los firmantes del Acuerdo de Cartagena que deseaban incluir a más países y no lo contrario.

Si Rafael Correa le dice no más a la CAN, podría ir a buscar nuevas salidas comerciales al sur del continente. Sin duda se concentrará en volcar sus exportaciones al ALBA y deberá esperar a que su país sea aceptado como miembro asociado de MERCOSUR.

Pero el presidente ecuatoriano no tiene otras opciones. Como escribe Walter Spurrier Baquerizo: “hay una situación de aislamiento comercial del Ecuador.” Es el único país de la Costa del Pacífico de América sin TLC con Estados Unidos. Además “el gobierno tampoco quiere un acuerdo con la Unión Europea”. Y finaliza el periodista alertando: “nos mantenemos al margen del bloque latinoamericano que busca estrechar relaciones comerciales con Asia”. Se refiere a la Alianza del Arco del Pacífico que están impulsando México y Colombia.

La Cámara de Comercio de Quito señaló que si Ecuador abandona la CAN, “perdería la única zona de integración comercial abierta al país” y  sería “una equivocación más del gobierno de Correa”.

viernes, 21 de octubre de 2011

Cristina Fernández de Kirchner sin rivales


21/10/2011


María Camila Morales


Las elecciones presidenciales del domingo en Argentina no tienen ningún misterio. Cristina Fernández de Kirchner ganará (incluso en la primera vuelta según encuestas) y su partido retomará el control en el Congreso.

Triunfo total del kirchnerismo que lleva en el poder desde el 2003 y ha logrado que Argentina llegue a niveles de crecimiento del 8% (2011) después de haber estado en bancarrota y en el abismo crediticio internacional.

La popularidad de la presidenta reflejaría el buen camino por el que va Argentina y la confianza en que El Frente para la Victoria es capaz de trabajar por un futuro aún mejor para el país. Como ella misma lo dice: “hemos logrado que la Argentina sea un refugio de las tormentas que se suscitan en un mundo convulsionado.”

Sin embargo, ciertas cifras juegan en contra de ella. Según la organización no gubernamental, Un Techo para mi País, medio millón de familias viven en “villas miseria” en las afueras de Buenos Aires. El número de barrios marginales argentinos ha doblado en los últimos diez años. La razón: la llegada de migrantes del interior que buscan trabajo (82%) y los extranjeros (bolivianos, peruanos, ecuatorianos) que se suman a la búsqueda de una mejor vida. En un editorial el periódico La Nación analizó los datos del censo 2010 y sentenció: la indigencia y la pobreza no se reducen en Argentina.

Para el Fondo Monetario Internacional, los argentinos tienen la segunda inflación más alta de la región con 11.5% anuales. El ritmo de creación de empleo ha bajado de 3.5% a 1.5% en cuatro años.

Pero Cristina Fernández de Kirchner pareciera ser de teflón ya que nada la afecta. Ni los escándalos de corrupción de sus colaboradores, ni la caída del precio de la soja, ni la fuga de capitales, ni el aumento del gasto estatal ni la disminución de los ingresos fiscales. Como escribió la periodista Lucrecia Bullrich: “Cristina sí está blindada”.

Es innegable que su carisma y el apaciguamiento de su discurso peronista (comparado con su difunto marido) le han ayudado a liderar las encuestas pero hay otro factor importante.

La oposición argentina no presenta ninguna alternativa concreta para el país. No solamente por estar dividida sino porque aparecen los mismos nombres de los clanes que combatió Néstor Kirchner en su momento. No hay renovación en el debate político argentino. Los apellidos de los protagonistas de la crisis del 2001 vuelven a aparecer. Duhalde, Alfonsín (hijo esta vez), Rodríguez Saá no pueden motivar ni entusiasmar a los votantes para cambios de modelos. Los diferentes aspirantes pasan su tiempo peleando por los votos que se quitaron entre ellos mismos. El candidato socialista Hermes Binner es el único que se desprende de la confusión opositora.

Una victoria por descarte parecería confirmarse este fin de semana porque no hay contra quien debatir los programas electorales que necesitaría Argentina. Si el crecimiento económico ha sido una estructurada bonanza, dónde está la inversión en salud, educación y seguridad?. Cómo cambiar las políticas que han fallado en los ocho años de mandato de los Kirchner?

Urge una oposición de verdad para Argentina. La alternancia es sana y conveniente sobre todo para evitar el caudillismo, los reinos o las dictaduras. Los cambios de generaciones y de ideas en el poder son indispensables para que la crítica muestre sus frutos y se avance hacia un mejor gobierno.

El periódico El Informador se interroga si realmente hay democracia sin oposición. Los argentinos deberán responder a esa pregunta el domingo.



miércoles, 19 de octubre de 2011

Los estudiantes latinoamericanos: regresen a casa


19/10/2011

María Camila Morales

La posibilidad para los estudiantes latinoamericanos de decidir dónde trabajar después de obtener un diploma en Francia ya no existe.

Deberán volver a casa o buscar un futuro laboral en un país que considere que acoger a profesionales extranjeros es una ventaja para su desarrollo económico. Y en esa categoría cada vez quedan menos alternativas en el mundo.

Según la circular del 31 de mayo del 2011, la prioridad del trabajo será para los estudiantes franceses y los europeos (por ser miembros de la Unión). El propósito del documento: controlar de forma estricta la inmigración profesional. Toma como dato alarmante el 23% de desempleo entre los extranjeros que no pertenecen a la Unión Europea. Los latinoamericanos entran en esta casilla prioritaria.

Francia recibió este año 278.000 estudiantes “no franceses” en sus aulas. Lo que era un motivo de orgullo para la ex ministra de la Educación Superior y de la Investigación, Valérie Pécresse  es ahora un dolor de cabeza para el ministro del Interior, Claude Guéant.

En el mundo ideal de la extrema derecha francesa, los estudiantes extracomunitarios deberían pagar sus estudios, formarse e irse inmediatamente, título en mano. Una fórmula ganadora para Francia: recibe dinero, mejora su multiculturalidad educativa y se queda con la satisfacción de haber educado a otros.

Sin embargo, una parte de los estudiantes, sobre todo aquellos con maestrías encuentran empleo en Francia. Alumnos preparados que han logrado superar los obstáculos de la burocracia universitaria y de la compaginación de diplomas, temas en los cuales los franceses brillan.

Para las empresas que los contratan, más que mano de obra son un valor y una inversión. En particular para las multinacionales que necesitan personal “altamente calificado” y culturalmente adaptado a los nuevos mercados.

Pero para el gobierno Sarkozy no es hora de ver la competitividad que le pueden aportar a las compañías. Los estudiantes extranjeros son un problema que aumenta las cifras de desempleo en el país. Por lo tanto multiplicarán las trabas adminitrativas para que se queden en el territorio.

Una visión que rápidamente puede extenderse a los demás países de la Unión Europea, puesto que en época de crisis económicas y laborales, los extranjeros son los primeros en pagar los platos rotos.

Pero si en Francia se complica el futuro de los estudiantes latinoamericanos, en Estados Unidos se empiezan a ver nubarrones.

Cada vez aumenta el número de empresas que se niegan a asumir los costos del cambio de estatuto de los estudiantes a trabajadores que incluye la obtención del permiso de residencia.

Por eso aprovechan la posibilidad de contratar por un año a un extranjero después de terminar sus especializaciones. La ley permite a los estudiantes trabajar ese período una vez obtenido su diploma de postgrado. Sin embargo, muchos ven el sueño truncado cuando el empleador no sigue el proceso hasta la Greencard y deben abandonar sus puestos.

Las múltiples teorías de desarrollo explican que la fuga de cerebros es una de las causas del retraso latinoamericano. Lo mejor sería para los estudiantes volver a sus países de origen y trabajar para construir otro futuro. Una situación poco realista para algunos por cuestiones políticas, de seguridad, de malos salarios e incluso de libertad.

En un mundo globalizado donde las fronteras las acabó el Internet y el comercio, no tiene cabida el rechazo a la llamada “inmigración selectiva”.


martes, 18 de octubre de 2011

La narcopolítica llega al debate electoral en México


18/10/2011

María Camila Morales

Cuando faltan nueve meses para las elecciones presidenciales en México, la guerra de acusaciones entre PRI (favorito para ganar) y el PAN (desgastado por 11 años en el poder) se ha desatado. El tema de la discordia: los nexos de los políticos con los carteles de la droga. La narcopolítica ha llegado al debate electoral nacional y todo indica que tendrá consecuencias.

El primer dardo lo lanzó el presidente Felipe Calderón en una entrevista al diario New York Times. Le preguntaron acerca de la reputación del PRI de tener acuerdos con el crimen organizado y la posibilidad de ganar en julio. La respuesta: “ […] Y hay mucha gente en el PRI que piensa que los arreglos de antes funcionarían ahora, pues es el caso del ex gobernador de Nuevo León…”.

Los  priistas están ofendidos y reclaman pruebas para sustentar las declaraciones del presidente y le exigen disculpas públicas. Mientras tanto la prensa mexicana que lleva varios años denunciando los pactos entre narcos y políticos (y que ha pagado con muertos) contribuye a la polémica enumerando los ejemplos de los aliados de los narcotraficantes. Y como es de suponerse en un negocio tan lucrativo, pocos son los que se salvan.

El diario Excélsior, recuerda las relaciones del ex gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández (PRI) con uno de los líderes de Los Zetas, Jaime González Durán, alias el Hummer. La lista de personalidades políticas locales con “pactos” se extiende a Veracruz y Tabasco por nombrar solamente unos cuantos.

Pero las conexiones con los carteles también llegan al PAN. El periódico Milenio recuerda “la vista gorda” que tienen los gobiernos de Baja California, Aguascalientes , Jalisco, Morelos entre otros, con el cartel de los Beltrán Leyva, la Federación del Pacífico y demás organizaciones que se disputan las rutas para sacar la cocaína a Estados Unidos.

Calderón decía en la entrevista con el New York Times: “es cosa de examinar las prácticas de cada partido”, al referirse a los acuerdos que hayan podido establecer, suponemos, para “vivir en paz” y ganar elecciones. Pero Calderón se equivoca en cuanto a señalar a los partidos ya que la responsabilidad es ante todo individual. Es sin duda el momento de preguntarse por el comportamiento de cada político mexicano y se debe arrancar a nivel local.

El periodista Ricardo Monreal Avila, escribe que la estrategia de Calderón quedó plasmada en sus respuestas al diario norteamericano. El PAN convirtió la elección presidencial en “un referendo ciudadano sobre la lucha contra el crimen organizado.” Y compara la situación con las pasadas elecciones presidenciales en Colombia.

Pero éste no es el mejor ejemplo. Sin duda los dos mandatos del presidente Alvaro Uribe (2000-2008) recibieron el apoyo de ciudadanos convencidos de su mano dura para acabar con la guerrilla y la violencia. Una estrategia centrada en la seguridad democrática.

Sin embargo, olvida el colega que México no ha pasado por la purga de los narcopolíticos. Colombia la inició (y no la ha terminado) con el proceso 8000 del entonces presidente Ernesto Samper (1994-1998). Los colombianos, como por arte de magia, descubrieron en 1996 el nivel de infiltración del narcotráfico en la política. Una realidad que venía de tiempo atrás pero que ignoraban como ahora sucede en México. La estrategia electoral de Andrés Pastrana (1998-2000) fue denunciar los tentáculos en la política nacional del cartel de Cali y de Medellín.

La narcopolítica existe, no es un fenómeno aislado de Colombia, y cuando un ex presidente como Vicente Fox, propone una tregua para el crimen organizado hay tema para reflexionar en cuanto a las aspiraciones de la sociedad mexicana.

lunes, 17 de octubre de 2011

Los latinoamericanos poco "Indignados"


17/10/2011
María Camila Morales
El sábado 15 de octubre se celebró en el mundo el día de “Los Indignados”. Una versión internacional del movimiento de protesta que tomó forma en Madrid (15-Marzo) exigiendo cambios políticos y económicos. Una ola de jóvenes en las calles de Tokio, Fráncfort, Roma, Bruselas, Nueva York y París entre otras ciudades, reclamaron una reforma del sistema en el que vivimos. Cifras de manifestantes que variaban según la fuente (autoridades o participantes) pero que fueron desde diez mil en Berlín hasta sesenta mil en Barcelona.
En América Latina mientras tanto “Los Indignados” (con excepción de Chile) parecían estar de vacaciones. En Colombia, titulaba el diario El Espectador: “Unos 70 indignados se concentraron en el centro de Bogotá”. Seguramente el puente (día feriado) del lunes 17 de octubre, los tenía pendientes de otras actividades más amenas. Según el periódico O’Globo en Río de Janeiro 37 personas participaron en la movilización mundial. Y los números de las demás ciudades de la región se pueden definir como “selectos” si se comparan con los millones de habitantes del continente.
Una pasividad que es preocupante, en particular entre los jóvenes latinoamericanos. La principal característica de este movimiento social es que nació con los menores de 25 años y con la generación Facebook/Twitter cuyo futuro laboral es una gran incógnita en estos momentos.
“Los Indignados” no tienen afiliación política ni son hippies perdidos en Wall Street como intentan describirlos en ciertos medios de comunicación. Se trata de las voces de miles de personas que están sufriendo las consecuencias de un modelo financiero que no los incluye y que quieren acabar. Sus reivindicaciones son variadas: más democracia, derecho a educación gratuita, vivienda para todos, terminar con el hambre y con los bonos de los banqueros en el mundo entre otras.
Y si su mezcla de temas pareciera no tener norte y poca organización, lo que pretende es demostrar que existe una resistencia global capaz de decir no “al derrotismo y a la resignación”.
Las palabras son de Stéphane Hessel, el autor del libro “Indignados” quien ha puesto en ebullición de nuevo a las masas. Una reacción que tiene que ser alentadora cuando se ven los resultados de la primavera árabe.
Pero de México hacia abajo todo pareciera estar bien. No habría razón para salir a la calle a decir: queremos cambios. La inutilidad que en Latinoamérica le otorgan al movimiento de “Los Indignados” es desconcertante.
¿Cuáles son las otras formas de expresión para hacer llegar los mensajes al poder? Las elecciones supuestamente son una manera de hacerlo pero la abstención crece cada día en Latinoamérica y los mandatarios parecen ser vitalicios.
Una región que sufre y que seguirá sufriendo si no se resiste al determinismo histórico que combate Hessel. Pero éste es solamente el primer paso para lograr un cambio profundo en nuestras sociedades y en nuestras vidas. En una entrevista (ahora libro) con el escritor francés Gilles Vanderpooten titulada “Comprometeos, no basta con indignarse”, Hessel explica que se debe pasar de la teoría a la práctica. El individuo debe actuar conforme a sus aspiraciones y comprometerse para tener “no el mejor de los mundos pero un mundo viable”. Y empezaría así a nivel local el compromiso para ganarle a la apatía mundial.
En América Latina no hemos llegado ni siquiera al grado de indignación que lleva a la gente a protestar en las calles. Solamente la persistencia de los estudiantes chilenos ha hecho oír su voz de rechazo. Habrá que esperar más pobreza, más violencia, más desempleo, más corrupción y menos poder adquisitivo para que “algo” pase en estos países

viernes, 14 de octubre de 2011

Feliz mes de la hispanidad detrás de la frontera mexicana


14/10/2011

María Camila Morales

Los estadounidenses están celebrando el mes de la hispanidad. El presidente Barack Obama, esta semana, en su tercer discurso del año dedicado a los latinos señaló: “la diversidad siempre ha sido una de las mayores fuerzas de Estados Unidos.”

Palabras acertadas para un país que se ha construido y desarrollado gracias a las diferentes olas de inmigrantes que han llegado a sus tierras. Y ahora resulta que por cuestiones demográficas (cincuenta millones de hispanos) el presidente Obama necesita el apoyo de la comunidad latina para sacar sus reformas adelante.

Pero todo parece indicar que del lado demócrata seguirán así los mensajes  a los hispanos: admiración a cambio de votos.

Entre tanto en el frente republicano, la llegada inminente de las primarias ha obligado a los candidatos a exponer sus propuestas en los debates televisivos.

Mitt Romney es el favorito de los aspirantes según diversos artículos de la prensa norteamericana. No solamente por su lado fotogénico sino porque fuera de prometer que devolverá el poder adquisitivo a sus compatriotas, tiene propuestas concretas:  salud, educación, diplomacia e impuestos. Buenas o malas sus ideas van más allá de la simple crítica a Barack Obama que abunda entre los demás  candidatos republicanos.

Y su política para América Latina no es la excepción en el programa electoral del ex gobernador de Massachusetts. La revista The Christian Science Monitor resumió los principales puntos de su visión de “El Siglo Americano” que posiblemente atraerá más a los verdaderos conservadores norteamericanos y menos al electorado latino.

Su lectura deja en el aire la pregunta si se trata de una cooperación amistosa que mantenga los problemas latinoamericanos detrás de la frontera o si tiene un real interés por reanudar los vínculos con una región abandonada por la administración Obama.

Romney promete que en sus cien primeros días de gobierno lanzará una iniciativa para la Oportunidad Económica en América Latina (CEOLA). Un plan económico y diplomático que “capitalizará los beneficios que surgirán de la ratificación de los Tratados de Libre Comercio con Colombia y Panamá”. Incluirá además la promoción no solamente del comercio norteamericano en la región sino de las empresas latinoamericanas cuyos países han firmado acuerdos con Estados Unidos (Chile, México, Perú).

A largo plazo, la CEOLA integrará a los países latinoamericanos a su “Reagan Economic Zone”. Una nueva zona económica mundial cuyos miembros deben reconocer y respetar las democracias, la promoción del libre comercio y los mercados abiertos. Para Romney ni Cuba ni Venezuela, ni aquellos Estados afines con el “antiamericanismo bolivariano” pueden ser parte. Se refiere en particular a Venezuela y Cuba, los dos enemigos identificados claramente en la zona.

El candidato republicano formaría una fuerza conjunta hemisférica contra el crimen y el terrorismo. Dicha unidad tendrá como objetivo coordinar la Inteligencia y su puesta en marcha entre los aliados regionales. Debe establecer estrategias comunes para “cortar todo vínculo financiero y logístico entre Latinoamérica y grupos terroristas extranjeros como Hezbollah”.

Apoyará Romney también la idea de entrenamiento militar con los mexicanos y compartir con ellos la experiencia del modelo colombiano para luchar contra el narcotráfico.

En cuanto a la reforma migratoria que tanto preocupa a los latinos, no se menciona. Pero no hay que hacerse muchas ilusiones respecto al tema ya que insiste en terminar bajo su mandato el muro en la frontera con México para evitar infiltrados e ilegales.

Las cartas del ex gobernador están sobre la mesa en cuanto a América Latina y la comunidad hispana. ¿Cuál será la respuesta de los demócratas? Por el momento todos los republicanos ven a los latinos que están detrás de la frontera y quieren que se queden allí pero ¿qué pasará con el futuro de los que viven en Estados Unidos?