Buscar este blog

miércoles, 20 de julio de 2011

Río de Janeiro y el espejismo de la seguridad


19/07/2011
María Camila Morales
Gran susto debieron sentir los huéspedes del lujoso hotel, Santa Teresa, en Río de Janeiro que fueron asaltados en la madrugada del martes. Un lamentable incidente que permitió descubrir al mundo el exorbitante precio de las habitaciones ( la más barata 300 euros en temporada baja) y la lista de famosos personajes que pueden hospedarse allí. Un caso más de criminalidad en tierras brasileñas.
El Estado de Río de Janeiro registró el primer trimestre de este año 1.168 asesinatos según cifras del estatal Instituto de Seguridad Pública. Pese a que el número de homicidios ha disminuido frente a los años anteriores, el nivel de inseguridad sigue siendo alarmante.
Aún recordamos, las imágenes de las Fuerzas Armadas y la Policía ingresando en noviembre del 2010 a la favela Complexo do Alemao tras los narcotraficantes que imponían su ley. El saldo fue de más de 50 muertos. Fueron escenas dignas de película de acción de Hollywood o de documental de guerra que pasaron los noticieros del mundo.
Una realidad que parece no poderse borrar de la noche a la mañana. Por eso resulta algo sorprendente que la presidenta Dilma Rousseff anunciara el 13 de julio que quiere transformar las favelas en atracción turística. Sin duda confía en la promesa del gobernador del estado de Río de Janeiro, Sergio Cabral quien espera poder pacificar la región antes de la Copa del Mundo de Fútbol 2014 en Brasil y las Olimpiadas del 2016.
Una batalla contra los capos de la droga y sus bandas de protección que se han atrincherado en los barrios más pobres de Río de Janeiro. Una estrategia que preocupa al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) el cual ayuda a formar a los integrantes de la Policía con las normas del Derecho Humanitario.
La carrera contra reloj puede desencadenar abusos de poder y tragedias. Las organizaciones no gubernamentales que intentan trabajar con los jóvenes de las favelas saben que la violencia y la inseguridad no se solucionan con fuerza. El desempleo, la exclusión, la pobreza, la discriminación y la desigualdad son el origen de los males y como tal hay que encontrar soluciones a largo plazo.
Brasil crecerá un 4%, en el 2011. Una cifra envidiable para muchos países europeos. Pero cómo integrará el nuevo gobierno a los habitantes de las favelas en la economía regular? Porque los asaltos, asesinatos y el tráfico de drogas están ligados a la falta de trabajo, al “no futuro” de toda una generación. Los cariocas que son víctimas al igual que los turistas no pueden esperar la llegada de un mundial para que mejore la seguridad del país.

No hay comentarios:

Publicar un comentario