Francia y su relación privilegiada con América Latina

14/07/2011

María Camila Morales

Tenemos que esperar a que sea 14 de julio (toma de la Bastilla) o que se desate una gran pelea jurídica en Brasil para que nos acordemos de las relaciones de Francia con la región.

La celebración en las embajadas francesas, dicen, son muy cotizadas y muy elegantes. Tienen ese chic francés que muchos envidian a la hora de festejar una revolución. No faltan políticos, intelectuales, estudiantes y los locales con doble nacionalidad. Supondríamos entonces que existen unos lazos muy estrechos o como dice la página web de la cancillería francesa: “una relación privilegiada” con América Latina.

Si analizamos las relaciones económicas, en efecto, somos un mercado importante. Muestra de ello es la pelea de los gigantes franceses de la alimentación y distribución Carrefour y Casino por quedarse con el control de los supermercados Pão de Açúcar en Brasil. También destaquemos el regreso de Air France a Lima como parte de su estrategia de convertirse en la primera aerolínea europea para América Latina.

En materia de servicios públicos e infraestructura, las empresas francesas son potentes inversionistas. Los ejemplos: GDF-Suez en el sector de generación de energía eléctrica y servicios públicos en Chile y Perú; Total en el sector petrolero y gasífero de Argentina y Bolivia. Y los automóviles Peugeot, Renault y Citroën dominan las carreteras de Brasil y Colombia.

Pero no siempre les ha ido bien en nuestro continente y los franceses han sido víctimas de los cambios políticos y expropiaciones de la región, generando una ola de demandas por compañías francesas contra países latinoamericanos ante el organismo arbitral del Banco Mundial.  A Suez les terminaron las concesiones de aguas y cloacas de Buenos Aires y La Paz.  A Total y a la cementera Lafarge, les expropiaron sus inversiones en Venezuela y la petrolera francesa Perenco se encuentra litigando con Ecuador sobre la toma de sus pozos petroleros en el país. 

Somos además para los franceses, un mercado en expansión para armamento. Brasil, como señala Voice of America nuevamente encabeza el pelotón con millonarios contratos para adquirir submarinos, helicópteros y aviones de caza Rafale (aunque la compra está congelada hasta el 2012 por “cambio de gobierno en Brasilia” y/o “accidente de uno de los modelos en Perpiñán”).

Sin embargo cuando se trata de diplomacia y de política poco aparece Latinoamérica en los discursos. Aunque dos temas han sido  tomados como cruzadas personales del presidente Nicolás Sarkozy : primero, la liberación de Ingrid Betancourt del poder de la guerrilla colombiana de las FARC y segundo la liberación de Florence Cassez de la cárcel mexicana, después de una condena de 60 años por secuestro.

Los dos casos han demostrado que privilegio y arrogancia pueden ser sinónimos para el Eliseo. París no dudó en enviar una misión de rescate para Ingrid Betancourt sin tener la cortesía de avisar al gobierno colombiano. En cuanto a la detenida francesa residente en México, Sarkozy exigió al presidente Felipe Calderón que interfiriera en las decisiones del poder judicial.

Cuándo se cambiará esta intromisión en los asuntos domésticos por un debate entre pares sobre los temas reales que si afectan las relaciones con la región: tráfico de droga, lavado de dinero, inmigración, trata de personas, redes de pedofilia, terrorismo?  Al parecer, la región “no es una zona prioritaria de influencia francesa” pese a contar con Guyana, Martinica y Guadalupe (sus dependencias) como vecinos. Las elecciones presidenciales 2012 podrían ser la oportunidad para que los candidatos por lo menos demuestren que saben geografía e incluyan a Latinoamérica en los debates. Y a Sarkozy recordarle su aparente deseo de ver un día un miembro permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU para América Latina como dijo en febrero en la reunión del G8 en Deauville.