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lunes, 26 de septiembre de 2011

La traición de Evo Morales a sus hermanos bolivianos


26/09/2011

María Camila Morales

“Doble moral” fue una de las principales acusaciones que el presidente Evo Morales lanzó contra el presidente Obama en Naciones Unidas la semana pasada.

Pero hoy son los pueblos originarios bolivianos los que lo acusan del mismo pecado después de la sangrienta represión del domingo contra la marcha indígena. La policía entró con una “violencia tremenda” según María Amparo Carvajal, activista de Derechos Humanos quien acompaña a los indígenas del Amazonas que se oponen a la construcción de un tramo de carretera en sus tierras.

Una demostración pacífica para rechazar el llamado “progreso” que temen traerá una nueva ruta al Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). Los indígenas insisten que, además de destruir una parte del pulmón ecológico del país, (1.2 millones de hectáreas) la vía enfrentará a los pueblos nativos de la zona con los colonos (cocaleros).

La ministra de Defensa, Cecilia Chacón, renunció asegurando que el gobierno tenía otras alternativas para detener la marcha fuera del uso de la fuerza y que no hay justificaciones posibles para lo sucedido.

El gobierno de Evo Morales se defendió explicando que los indígenas iban a utilizar flechas contra los antimotines y por eso reaccionaron con gases lacrimógenos, porras y cinta adhesiva para atarlos. Aunque el general Oscar Muñoz aclaró que no hubo tiros de balines, las declaraciones preocupan al Defensor del Pueblo, Rolando Villena, ya que de los 1500 indígenas asediados en “el operativo de película” había un gran número de mujeres y niños que sufrieron los excesos de la fuerza pública.

No se entiende la actitud poco conciliadora del líder boliviano, el cual tuvo en los pueblos indígenas a sus principales aliados para llegar a la presidencia. Sin hablar de su irrespeto a la Pachamama (Madre Tierra), la cual sería la principal víctima de la nueva vía.

Según el ex vice ministro de Tierras, Alejando Almaraz (quien participaba en la marcha) el gobierno “está mostrando su verdadero rostro, pasó de defender los derechos indígenas a ser el agresor más despiadado de los mismos”.

Una traición a sus hermanos indígenas quienes le permitieron fortalecer su plataforma indigenista-nacionalista al comienzo de su mandato. Sin embargo, dicho electorado parece haber sido abandonado a favor de los cocaleros que defienden la construcción de la carretera.

Morales espera que un referendo solucione el problema cuando se le pregunte directamente a los habitantes de los departamentos de Beni y Cochabamba (noroeste) acerca del proyecto vial. Pero Almaraz le recordó (desde el monte donde se esconde después de la represión) que no ha leído la Constitución y que para los temas de derechos territoriales de los pueblos indígenas y del medio ambiente necesitará una reforma constitucional.

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