30/04/2013
María Camila Morales
En El Salvador, una joven embarazada
(20 semanas) corre el riesgo de ir a la cárcel si aborta (pena supera los 12 años) o puede morir si llega a parir en el noveno mes.
La historia de “Beatriz” es trágica
y absurda como lo son los dramas que mezclan política y religión en el
continente. Lamentablemente no son anécdotas de una América Latina que avanza
en el reconocimiento, respeto y garantía de los derechos de las mujeres, sino
de unas democracias que tienen nostalgia del poder moral de La Inquisición.
El Salvador prohíbe el aborto bajo
cualquier circunstancia. Sucede lo mismo en Chile, Honduras, República
Dominicana y Nicaragua. No es posible realizarlo legalmente porque unos
honorables congresistas así lo decidieron. Porque según ellos: el ser humano existe desde el momento de su concepción. Un embarazo deseado o forzado, un
feto completo o incompleto son iguales ante la ley porque simplemente nacer es
un regalo divino.
En otros países como Bolivia, Brasil,
Venezuela o Perú pese a que se acepta el aborto ante peligro para la madre o
malformaciones del feto o violación, sigue dependiendo de la autorización de
una persona ajena al embarazo (médico o juez) la cual certificará la necesidad
de la interrupción de la gestación.
Dicho aborto terapéutico pareciera
un triunfo dentro de la compleja batalla legal según las organizaciones que
defienden el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos. No obstante,
en Uruguay donde el aborto fue despenalizado en el 2012, un proceso de derogación
va acelerándose con altas probabilidades de terminar en referendo.
Una vez más la voluntad de la madre
se debe inclinar ante los iluminados representantes del pueblo quienes creen
saber lo que es mejor para sus países. Hombres en su gran mayoría, que han
vuelto a tomar su papel de inquisidores protegiendo la moral familiar.
Los congresistas (diputados y/o
senadores) asumen la misión espiritual de resguardar los temas que les convienen
y donde tienen pocas posibilidades de salir afectados.
Para dichas sesiones salvadoras de
las sociedades latinoamericanas, en los respectivos Congresos siempre hay
quórum. Las decisiones son expeditas y se aplauden con la emoción de la
evangelización.
Pero cuando hay que tratar asuntos
vitales para el Estado, y por ende donde podrían salir perjudicados los
gobernantes (corrupción, transparencia, reelecciones o impuestos) los
congresistas tienen menos certitudes morales y se les olvidan los Diez
Mandamientos.
Nada más lógico en Colombia que una
plenaria del Congreso el 9 de abril donde 15 de los 265 elegidos asistieron
para debatir acerca de las víctimas de la violencia en el país. En México, el
Segundo Período de Sesiones Ordinarias del Primer Año de Ejercicio de la actual
LXII Legislatura del Congreso de la Unión duró 10 minutos. La razón: la
ausencia de 225 diputados (de 500) y 30 senadores (de 128) en el Palacio
Legislativo de San Lázaro.
A América Latina no hay que salvarla
ni de los abortos, ni de la homosexualidad como temen los nuevos inquisidores. Lo
que necesita es la construcción de un Estado moderno y laico donde se respete
la libertad individual y donde se le otorgue a las mujeres el pleno derecho
sobre sus cuerpos.
El aborto no es un acto de
irresponsabilidad, ni de rebeldía, ni de facilidad. Todo lo contrario: aquellas
que dan vida son las primeras en saber si tienen la capacidad para criar a sus
hijos. Un embarazo que se vive como una tortura no puede ser entonces sinónimo de vida
en ningún país que progresa.
Si la ortodoxia católica es el motor
de los congresistas y designados para trabajar por el futuro en América Latina,
no habremos evolucionado mucho desde la Santa Inquisición.
María Teresa en la cárcel en El Salvador:
ResponderEliminarhttp://www.feminicidio.net/noticias-de-asesinatos-de-mujeres-en-espana-y-america-latina/lucha-contra-la-violencia-de-genero/4531-el-salvador-condenada-a-40-anos-de-prision-por-aborto-involuntario.html
Aborto en Colombia "Radican primeras firmas del referendo para abolir el aborto"
ResponderEliminarCon el argumento de ser, la voz de los que no tienen voz, fueron entregadas en la Registraduría las 325.000 rúbricas para constituir el comité promotor del referendo. EL ESPECTADOR.
Entrevista a Beatriz. EL PAIS 3 mayo 2013 http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/05/02/actualidad/1367521175_478080.html
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