11/02/2013
Político Nacional
Venezuela no podía demorar más la tan esperada devaluación
de su moneda. El inventario de divisas del país, solo tenía existencias para
tres meses, y su escasez se sentía en la economía desde las últimas semanas del
2012.
Hoy en día no es rentable ni importar ni producir en el
país. Sigue la economía nacional dependiendo de la bonanza petrolera
administrada como caja de milagros por PDVSA. Pero, pese a cotizarse el barril
por encima de los cien dólares, ya no es suficiente para crear riqueza.
Aunque el gobierno, a través de Nicolás Maduro, insiste en
que no hay penuria de alimentos, la televisión y los videos de las redes
sociales muestran otra realidad. El desabastecimiento de los supermercados que
suministran la comida a los venezolanos y la falta de materia prima para las industrias
nacionales no se pueden ocultar.
Según el ministro de Planificación y Finanzas, Jorge
Giordani, la devaluación servirá para frenar la especulación. La demanda de
dólares mediante el organismo oficial de cambio Cadivi, un sistema que funciona
en Venezuela desde el establecimiento del control cambiario, ha permitido toda
serie de corruptelas y ha impulsado la compra de divisas en el mercado negro
disparando los precios.
La devaluación ocurre cuando se cumplen dos meses de la
ausencia del presidente Chávez del país. Es decir que a la inusual situación política
en Venezuela se le suma ahora una delicada coyuntura económica.
Una mezcla que no le conviene al socialismo del Siglo XXI.
Incluso, medios afines con el chavismo como
Aporrea, han expresado su profundo descontento con la medida. Son bastante
criticas las columnas de opinión que publican. Algunas tachan de mentirosos a
los ministros, otras aseguran que la devaluación mató a la Revolución y otras
lamentan la ausencia del Comandante en momentos en que los más pobres del
“pueblito” lo necesitan.
Para calmar los ánimos no se percibe otra solución diferente
al regreso de Chávez a Caracas. Pero como afirma el diario ABC de España, su retorno para ejercer la presidencia será
imposible. Por eso se debe preparar la convocatoria a elecciones después de 90
días de vacancia de poder. Lógicamente
el gobierno actual (Maduro) espera recibir más ingresos con la devaluación para
poder pagar la campaña electoral y asegurarse el triunfo. Aunque la oposición
está muy confundida en estos momentos respecto a su estrategia electoral, el
factor dinero es esencial incluso para que el chavismo vuelva a ganar en las
urnas.
Mientras los venezolanos calculan las consecuencias en sus
bolsillos del pasado “viernes negro” (recordando la devaluación de 1983), en la
frontera colombo-venezolana crece la preocupación.
El golpe comercial y cambiario para los colombianos se
observará hoy miércoles, una vez terminados los carnavales, y no se anuncia
leve.
El valor del bolívar ahora en la frontera es de 0.70
centavos colombianos pero hasta el viernes se cotizaba en 0.92 centavos. Con la
devaluación anunciada de un 46.5%, en el precio del bolívar fuerte frente al
dólar podemos empezar a restar.
Los productos básicos para la canasta familiar, se consiguen
en Venezuela por la quinta parte del costo en Colombia. Esta situación tiene
efectos fatales para la economía colombiana que exportaba más de tres mil
millones de dólares en bienes de consumo a ese país y que venía comportándose
favorablemente después de los incidentes bilaterales durante la era
Chávez-Uribe. La población fronteriza de ciudades como Cúcuta se trasladará a
Venezuela para hacer sus compras diarias de mercado, y productos básicos, quebrando
al comercio local que no podrá competir con estos precios
La tasa de inflación en Venezuela superará para el año 2013
el 28%. Las exportaciones diferentes de
petroleó no alcanzarán el cuatro por ciento y las importaciones con estas
medidas superarán el 35% anual.
Los empresarios venezolanos, consideran que para resolver
este “impasse”, se deberá desmontar el control de cambio existente. El peor
escenario que se vislumbra, para la economía, es que haya recesión con
inflación.
Para los pobladores colombianos que trabajan y viven en la frontera,
el gobierno de Juan Manuel Santos tendrá que dictar medidas inmediatas, que
puedan compensar la devaluación en Venezuela, o de lo contrario tendremos una
desaparición de sus exportaciones al vecino país y una recesión en el comercio
fronterizo, con nefastas consecuencias para el desempleo, la producción
industrial y para el comercio en general.
En cuanto al futuro de los venezolanos, después de la
devaluación les queda solamente esperar que no lleguen otras medidas como
subida de impuestos igualmente necesarias para mantener a flote las arcas del
Estado y reducir el déficit público.
En el dia de hoy, el Ministerio de Hacienda de Colombia, la DIAN, el Ministerio de Comercio Exterior y la Cancilleria, visitaron la ciudad de Cucuta, y se trasladaron en compañia, de los gremios de la ciudad a traves de sus presidentes, a verificar sobre el terreno la realidad, de los efectos de la devaluación venezolana en Colombia. Estos efectos solo se podran medir, a partir de mañana miercoles 13 de Febrero, fecha en la cual terminan los carnavales en Venezuela y se reactiva su economia. El valor del bolivar, del dolar y del peso colombiano, solo tendran mañana, el piso real de la medida tomada el pasado viernes. Quisieramos una vez se conozca la realidad y el efecto en los dos paises, y en las ciudades fronterizas, poder calcular la realidad que se presentara en las dos economias y concretamente en las ciudades fronterizas. Recordemos que el proximo viernes se cumplen 30 años del famoso viernes negro, por medio del cual el gobierno de Herrera Campins devaluo el Bolivar, que tenia un cambio fijo durante 18 años a 4,30 por dolar, y 16,60 pesos colombianos ese dia, para conocer la pobre realidad, de la economia venezolana, y el futuro de un pais, que depende del petroleo, pero que no podia haber sido manejado, con una politica de subsidio en su precio y de protección de los paises amigos de Chavez, y especialmente de Cuba. Ojala el gobierno Colombiano tome las medidas oportunas para proteger, las ciudades fronterizas y la población colombiana que trabaja en Venezuela.
ResponderEliminarINFOABE : "La pérdida de valor del bolívar frente al dólar golpeó directamente la economía familiar. El salario promedio se redujo de 13.000 a 9.000 dólares anuales, según advirtieron los economistas. La inflación anual supera el 22 por ciento."
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