Buscar este blog

lunes, 5 de noviembre de 2012

¿Puede permitirse que en Chile triunfe la abstención?



05/11/2012

*Ariel Rementería

El presidente Piñera el 28 de octubre, día de las elecciones municipales, llamaba  a la ciudadanía a “participar de nuestra democracia”. Ese mismo día en la noche, el Gobierno anunciaba que la ciudadanía le respondió a Chile con un 60% de abstención. La convocatoria democrática culminó con alcaldes y concejales elegidos con no más de un 30% del electorado por comuna.

Nunca antes en la historia de Chile desde la vuelta a la democracia, se había visto una abstención electoral tan grande. Para que usted sepa, en la elección municipal pasada votaron seis de cada diez personas mayores de 18 años, habiendo casi cuatro millones de personas que no podían votar por no estar inscritos. Hoy esa cifra, con el nuevo sistema (voto voluntario) se reduce a cuatro de cada diez aproximadamente. ¿Quiénes son los responsables? O mejor dicho, ¿Qué causó esto?

Mucho se ha opinado, luego de estas elecciones, sobre la eficacia del sistema de inscripción automático y el fin del voto obligatorio.

Cierto es que sacar cualquier conclusión al primer año de la implementación de este sistema y su representatividad es apresurado, ya que no se cuenta con una tendencia estadística seria la cual entregan los años de experiencia. Sin embargo, lo ocurrido el domingo 28 de octubre pasado deja interrogantes difíciles de responder.

Primero que todo, hay que decirlo: ni la Alianza ni la Concertación se esperaban un porcentaje de abstención tan grande. Sólo unos pocos profetas “advirtieron” el fenómeno que podría ocurrir ese día, cosas que así sucedió.  ¿Por qué no los escucharon? Hagamos una comparación.

Con el padrón antiguo -inscripción voluntaria después de los 18 años y voto obligatorio-, el comportamiento del electorado era mucho más predecible. Lo único que un candidato debía hacer era que su cara quedara en la mente del elector, para luego generar adhesión. Las ideas y el programa, no eran lo importante.

En esta lógica, las campañas políticas “aéreas” terminaban convenciendo a los votantes con buenas fotos publicitarias, folletos y visitas puerta a puerta. En cuanto al contenido no era una prioridad. En realidad, con el voto y el lápiz en la mano, lo fundamental es “el rostro” del candidato.

Pero ahora el panorama cambia ciento ochenta grados. Con el voto voluntario, los ciudadanos necesitan “nuevas preferencias” que los movilicen para ir a votar por uno o por otro. Por lo mismo, un candidato que ahora quiera salir electo, no puede poner como único objetivo ser una “cara visible” de la población promedio, sino tiene que movilizar a “sus” seguidores a las urnas. Y para esto, necesita tener un liderazgo positivo, un programa político efectivo y generar energía suficiente como para que los votantes vayan y efectivamente voten por él. Espero que la voz de la abstención me dé la razón.

¿Quiénes son los culpables de la abstención? Una encuesta revela que un 43 % de mis congéneres en Chile no tiene interés en ir a votar. No quieren votar. Y no me refiero sólo a jóvenes como la señorita Eloísa González, vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), con su llamado a los chilenos a no votar; que como muchos de estos dirigentes de “estudiantes”, poco o nada saben de política o cultura cívica. Sentido común basado en nuestra memoria política es lo que deberían expresar ante todo.

¿Quiénes son los culpables de la abstención? Si la Alianza cree que es tiempo de ejecutar mártires políticos o de cuchillos largos, no servirá de nada. Ni a la Concertación, expertos en eso, les servirá.  Yo hago un llamado a ambos sectores, ¿Tenemos lo que se necesita para enviar a los ciudadanos, líderes con convicción? Sin participación comunal durante un par de años, sin despliegue en terreno, sin debate de ideas serio y respetuoso, será difícil levantar al vecino un domingo en la mañana, a que vaya al menos a servirse un trago, a lo que llamamos “la fiesta de la democracia”.

*Estudiante de Derecho Universidad Andrés Bello de Chile, Investigador Fundación Jaime Guzmán, Presidente Movimiento Gremial Universidad Andrés Bello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario