07/11/2012
María Camila Morales
Barack Obama se queda en la Casa Blanca cuatro años más y el triunfo se
lo atribuyen los expertos al voto latino, a las mujeres y a los jóvenes.
Sin embargo, el gran secreto de su reelección se debe al “data” como
llaman los estadounidenses a la información. La campaña de Obama sabía casi
todo de los votantes lo que permitió a los voluntarios llevar un mensaje
personalizado y adaptado a cada uno de ellos. ¿Cómo y quién lo logró?
El nuevo genio de la tecnología analítica se llama Rayid Ghani, el
llamado “Cientifico en Jefe” del Presidente Barack Obama. Este joven matemático
de Chicago creó la estrategia Dreamcatcher, el “atrapador de sueños”.
Su puesta en marcha le permitió a los estadounidenses desahogarse de sus
frustraciones políticas, laborales y sociales al mismo tiempo que aportaron a
Obama la información necesaria para reorientar su discurso, mejorar su
visibilidad y sobre todo convencer a los indecisos.
¿Cómo y dónde funcionó? En los Estados no comprometidos con ningún
partido (swing states) aparecieron portales en Internet que pedían a los
ciudadanos compartir sus historias personales en año electoral.
Los textos y vocabulario obtenidos fueron transformados en algoritmos y
cálculos y gracias a ellos se encontraron patrones de comportamiento en
sectores de la población donde se debía actuar con prioridad para cambiar la
intención de voto a favor de Obama.
Como resumieron en febrero Teddy Goff y Joe Rospars, asesores del
presidente-candidato y especialistas en mundo digital durante una conferencia
de Thomson-Reuters en Nueva York: para lograr poner el mensaje correcto en los
oídos correctos se requiere saber a quién nos estamos dirigiendo.
Por ejemplo, si bien los hispanos estaban decepcionados con el
presidente por no haber pasado una reforma migratoria, el “data” permitió a los
demócratas frenar el impulso negativo con más propaganda acerca de educación y
salud pero no solamente en español. La nueva generación de latinos, nacidos en
Estados Unidos, no necesita traducción simultánea. Por el contrario, hablarles
en español por su aspecto o por tener nombre no anglosajón es contraproducente.
Cada tema, preocupación o duda individual en los estados “péndulo” contó
también con una respuesta (escrita, telefónica y/o personal) por parte del
equipo de voluntarios de Obama.
La campaña del presidente supo usar el “microtargeting”
(micro-focalización) e incluir las palabras de los propios votantes en su
programa. Al final cada uno encontró una parte de su historia personal en su
victoria.
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