20/06/2012
María Camila Morales
¿El adalid de la libertad de prensa
necesita la ayuda de Rafael Correa? Lo que parecía una broma en las redes
sociales se convirtió en una absurda realidad. Julian Assange, se refugió en la
embajada de Ecuador en Londres para evitar ser extraditado a Suecia y sobre
todo a Estados Unidos.
La estrella de las filtraciones de
WikiLeaks, habría entrado “al club de los perseguidos” como le advirtió Rafael
Correa hace unas meses en una entrevista.
Pero Assange no está en la mira de
las autoridades precisamente por la libertad de expresión y la trasparencia de
la información como él decía defender cuando recibía los múltiples premios por
el mundo. No, está en la mira de Scottland Yard, de la Interpol y de la policía
metropolitana de Londres por supuestos delitos sexuales por los que tiene que
responder.
Assange fue arrestado en el 2010
porque tiene que enfrentar en los estrados judiciales a dos mujeres que lo
acusan de acoso sexual y violación. Sus amigos seguramente explicarán que una mano
negra norteamericana está detrás intentando que lo extraditen de Gran Bretaña a
Suecia (y finalmente a Estados Unidos) y que debe evitarlo porque le están
cobrando las revelaciones de los cables diplomáticos norteamericanos y los
secretos de la guerra en Afganistán e Irak.
Sin embargo no debemos confundir.
Cada país tiene su orden jurídico que hay que respetar. Suponemos que tanto
Gran Bretaña como Suecia no son repúblicas bananeras y cuidan el debido proceso
de los sospechosos. A los jueces europeos entonces les corresponde hacer su
trabajo, colaborar con las democracias y evitar presiones de soberanía en
nombre de la verdad.
Pero buscar a Rafael Correa para que
lo proteja no deja de ser un insulto para los periodistas.
Assange logró poner en jaque la
esencia misma del periodismo con sus revelaciones. Informaciones en bruto no
son periodismo pese al debate planetario que causó la jugada maestra de los
hackers de WikiLeaks.
Justamente cuando los periodistas
arriesgan el pellejo es porque investigan, analizan, confirman, buscan la
verdad y escriben para informar al mundo. Por eso los hostigan, amenazan,
secuestran y/o asesinan. Por “hacer periodismo”, la Comisión Investigadora de
Atentados a Periodistas (CIAP) contabilizó 41 muertos el año pasado en América
Latina.
Dos mundos: el ciberactivismo y el
periodismo; ¿qué tanto se necesitan? Un debate que hubiera sido interesante
pero que perdió el rumbo con la personalidad egocéntrica de Assange como
critican ahora sus ex aliados de The
Guardian y del New York Times.
En Ecuador, la situación de la
prensa es lamentable. Rafael Correa no tiene límites al asegurar que los
periodistas no oficialistas son “sicarios de tinta”. Es además un presidente
que prohíbe a sus ministros hablar con los “medios mercantilistas”. Sin olvidar
sus acciones personales ante los tribunales como la demanda por 40 millones de
dólares contra el diario El Universo
por una columna de opinión que consideró injuriosa.
Y para lograr amordazar a la prensa
todo se acepta en Ecuador, incluso la creación del Consejo de Regulación de
Contenidos o la ley anti-monopolio que afectará casualmente entre otros a : El Universo, La Hora, Expreso, Hoy, Ecuavisa
y Teleamazonas.
El canciller ecuatoriano Ricardo
Patiño transmitía, no sin un particular orgullo, en su cuenta Twitter el
mensaje del fundador de WikiLeaks: “manifiesta que quiere continuar su misión
en un territorio de paz y comprometido con la verdad y la justicia”.
Assange en la embajada de Ecuador en
Londres, es el mejor favor que le puede hacer al presidente Rafael Correa para
apoyar su discurso de víctima de la prensa corrupta nacional. Pero para los
periodistas latinoamericanos es una bofetada.
Pero los suecos se verían en una encrucijada si se solicitase la extradición. Por un lado no tendrían por qué denegarla, y por otro, de acuerdo a leyes europeas de derechos humanos, no deberían hacerlo si creyesen que el proceso supondría un peligro para la integridad física de Assange. El experto en asuntos legales del diario The Guardian escribe "aunque Assange no está seguro de lo que le pueda pasar después de enfrentarse a los cargos en Suecia, si Estados Unidos pidiese su extradición Suecia no debería concederla hasta que no tenga la seguridad de que en caso de ser convicto no se enfrentaría a la pena de muerte, algo vigente en muchos estados de la unión". SEMANA
ResponderEliminarFundamedios ha denunciado que en Ecuador se produce "una verdadera cacería de medios de línea opositora, que significa en la práctica un ataque a cualquier posibilidad de crítica o disidencia". El Gobierno clausuró este viernes Radio Morena FM, de propiedad de la madre de un parlamentario contrario al oficialismo. Suman 20 las estaciones y canales clausurados.INFOABE
ResponderEliminar“Antes de decidir sobre la posibilidad de que Assange sea extraditado a Estados Unidos este país debería garantizar a Suecia que el prisionero en ningún caso sería ejecutado”, ha dicho la alta funcionaria de Justicia del país escandinavo Cecilia Riddselius, . EL PAIS.
ResponderEliminarAtaque consulado americano en Libia: "Al aceptar los EEUU el asedio del Reino Unido a la embajada de Ecuador en Londres, dio un aval implícito para el ataque a las embajadas de todo el mundo", decía el mensaje en la cuenta oficial de la página de filtraciones WikiLeaks, que es manejado por su propio fundador.
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